Cuánto viven las libélulas

Las libélulas se encuentran repartidas en gran parte del mundo, y es muy difícil que, si pasa una cerca de ti, no la veas u oigas. Se trata de un insecto de la familia de los anisópteros, que no deben ser confundidos con los zigópteros (caballitos del diablo), una especie muy parecida pero que presenta algunas diferencias muy importantes.

Estas libélulas son muy reconocidas debido a diversos factores que las hacen inconfundibles, ya sea su forma, sus alas, sus colores o su tamaño. Sin embargo, ¿sabías que pueden vivir tan solo 2 meses? A continuación, vas a aprender más sobre el tiempo de vida de esta curiosa especie, sumado a sus características, tipos, hábitat y alimentación.

Cuánto vive una libélula

Una libélula puede llegar a vivir entre 7 días y 7 años. ¿Cómo es esto posible? Simple, se debe al hecho de que estos insectos pasan la mayor parte de su vida siendo una larva.

En cuanto se pasa de larva a libélula, está mucho más expuesta al ataque de otros insectos o a la propia acción del ser humano, ya que, como método de defensa este está acostumbrado a matar insectos que vuelen o piquen (aunque estos en realidad no piquen a humanos).

También puede llegar a ser un condicionante fundamental el clima al cual esté expuesto el insecto, puesto que un gran índice de humedad podría impedir que sus alas se desplieguen y ser atacado con mayor efectividad por sus depredadores.

Tales depredadores, aunque parezca mentira, pueden ser las mismas larvas de libélula; esto es visto como un simple acto de la naturaleza, puesto que la larva no reconoce a la libélula como un insecto de la misma especie y debe alimentarse como le sea posible.

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Especies o tipos de libélulas

La libélula, uno de los insectos voladores más grandes del mundo animal, ha estado en la tierra desde hace 300 millones de años, aproximadamente, y desde ese entonces se han generado cada vez más y más especies, llegando a haber unas 5.000 actualmente.

Dentro de la categoría de los anisópteros encontramos otras subespecies que, aunque no presenten diferencias muy visibles, deben ser analizadas como tal:

• Libélula emperador (Anax imperator): esta es la de mayor tamaño en Europa, ya que puede llegar hasta los 12 centímetros de longitud, solo superada por ejemplares que se encuentran en zonas más tropicales cercanas al Ecuador. Suele presentar colores verde y amarillo.
• Libélula verde, libélula zurcidora o libélula de junio (Anax junius): a pesar de que la mayor parte de su cuerpo es de color azul, recibe este nombre por su llamativa cabeza de color verde claro. Se trata de una de las especies más comunes de Norteamérica y debe su segundo nombre a su parecido físico con las agujas de zurcir.
• Libélula azul (Orthetrum cancellatum): se encuentra en casi todo Asia y Europa, siendo una de las más comunes en ambos continentes. A pesar de llamarse azul, solo el macho presenta esta coloración, ya que la hembra es generalmente marrón y amarilla.
• Aeshna mixta: es una de las libélulas con colores más bellos y puede ser encontrada en prácticamente todo el mundo. Presenta una coloración celeste con manchas marrones y verdes que la hacen muy vistosa.
• Libélula cazadora de cuerpo ancho (Libellula depressa): son comunes en Europa y Asia Central y tienen un cuerpo de aproximadamente 7 centímetros, con un abdomen plano de color azul y parches amarillos.
• Libélula Bekko Tombo (Libellula angelina): este último tipo es muy singular y solo se puede encontrar en China y Japón. Son de color oscuro, entre dorado y marrón, con tiras centrales negras.

Dónde viven las libélulas

Las libélulas, como bien has visto, se encuentran repartidas por todo el mundo, ya sea Europa, Asia o América; no obstante, el hábitat favorito de estos insectos se encuentra en las cercanías de zonas acuáticas, ya sean lagos, lagunas, charcos o pantanos.

Qué comen las libélulas

Esta clase de insectos se alimenta de moscas y mosquitos, algunos de los cuales transmiten el conocido dengue. Por este motivo es que las libélulas son tan importantes en el ecosistema actual.

Reproducción y ciclo de vida de las libélulas

Como dijimos anteriormente, el ciclo de vida de una libélula dura, aproximadamente, seis meses, aunque también puede durar, en especie más grandes, hasta 7 años.

En primera estancia, la libélula hembra es la que pone los huevos en un lugar húmedo, ya sea en el agua o en una zona cercana. Estos huevos, en segundo lugar, eclosionan en lo que se conoce como ninfas o larvas, etapa durante la cual se alimentan exclusivamente de larvas de mosquitos.

Este punto es el de mayor desarrollo de las libélulas, en el cual pasan alrededor de 5 meses o incluso años; una vez que están listas para transformarse en libélulas adultas, salen del agua hacia la superficie, empezando a romper su piel y desplegando sus alas.

En algunos supuestos, este despliegue puede dificultarse y, en caso de no ser exitoso, llegan a ser devoradas por otros insectos.

Características y curiosidades de las libélulas

Cuánto miden las libélulas

Como sucede con otros insectos de este tipo, al haber tantas especies es difícil dictaminar cuál es el tamaño promedio. Sin embargo, se sabe que el tipo más pequeño de libélula mide alrededor de 7 centímetros, mientras que el más grande mide 15 centímetros.

Cuánto pesan las libélulas

Lo mismo pasa con el peso; las libélulas tienen un peso promedio de 100 gramos, aunque existen ejemplares de 80 gramos y otros de 170 gramos. El peso de estos insectos ha de ser acorde a su tamaño para poder desplazarse correctamente.

Velocidad de las libélulas

Algunos ejemplares pueden alcanzar los 200 kilómetros por hora, una auténtica locura si pensamos que algunos automóviles no pueden siquiera llegar a tal velocidad.

Visión de las libélulas

Se trata de uno de los insectos que mejor puede ver, ya que cuenta con una estructura ocular que le permite ver a 360 grados.

Significado de libélula

La palabra libélula proviene del latín libellula, que es un diminutivo de libella, cuyo significado es balanza, haciendo una clara alusión a la libra. Esto se debe a que estos insectos pueden mantenerse en el aire sin siquiera inmutarse.