Cuánto vive un pastor alemán
El pastor alemán, también conocido como ovejero alemán o, por su nombre en alemán, Deutscher Schäferhund, es una raza de perro relativamente nueva, con origen entre finales de 1800 y principios de 1900. Su esperanza de vida se sitúa entre los 9 y los 13 años.
En un principio, la raza era utilizada, como su nombre indica, para labores de pastoreo de ovejas, cuidándolas y guiándolas; sin embargo, en la actualidad, y debido a la fuerza y agilidad que poseen estos canes, se los emplea también en la policía, el ejército y en la búsqueda y rescate de personas.
Cuántos años vive un pastor alemán
Si quieres saber cuánto tiempo vive un pastor alemán, has de saber que eso es algo que depende de muchos factores (cuidados, alimentación, genética...). De todas formas, su esperanza de vida media se sitúa en los 10 años y medio, existiendo claras diferencias dependiendo de su sexo (tal y como se puede leer en AZ Animals:
- Pastor alemán hembra: 11.1 años.
- Pastor alemán macho: 9.7 años.
De todos modos, siempre hay excepciones e incluso se conocen casos de pastores alemanes que han superado los 15 años de existencia.
También te recomendamos leer:
- Cuánto vive un perro
- Cuántos años vive un husky
- Cuánto viven los labradores
- Cuánto tiempo vive un gran danés
- Esperanza de vida de un dóberman
- Cuántos años puede vivir un border collie
- Cuánto vive un Akita inu
Origen e historia del pastor alemán
Se cree que sus orígenes se encuentran a finales del siglo XIX, mediante el objetivo de una crianza de canes para la protección de rebaños de carneros contra los lobos que los acechaban en esa época.
Hoy en día, esta raza se puede encontrar en cientos de hogares, ya sea como mascota o como método de seguridad, en centros policíacos, en la milicia o, aunque en menor cantidad, en granjas o casas de campo.
Tipos y características de pastores alemanes
Existen muchos tipos de pastores alemanes, con distinto pelaje, tamaño, comportamiento, tiempo de vida, fuerza, agilidad y cuidados. Por ello es que te vamos a nombrar todas las clases de pastor alemán existentes, para que los conozcas y te informes un poco más sobre esta increíble raza.
Pastor alemán
La raza más común de pastor es la que tiene su origen en la Alemania de finales del siglo XIX. Se la conoce por su lealtad, fidelidad, agilidad y fuerza, junto al gran carácter que demuestra, aunque esta es también una de las fortalezas de casi todos los pastores.
Físicamente destaca por ser un animal robusto, musculoso, alargado, con la cintura más baja que el resto del cuerpo, flexible, con unos 64 centímetros de altura y 58 centímetros, en machos y hembras respectivamente.
Sus 43 kilogramos son rodeados de una doble capa de pelo, una corta y una más extensa. Dicho pelaje puede presentarse en color negro, negro con ceniza, negro con marrón o solamente marrón, entre otros, excepto en blanco, ya que ese es otro tipo de pastor.
Este perro requiere de una ejercitación constante y entrenamiento para controlar su temperamento; en cuanto a su carácter, dicho entrenamiento y ejercicio lo ayudará a mantenerse entretenido, ya que no es un animal que disfrute de estar todo el día acostado, sino que ama estar fuera jugando o corriendo, por lo que el ejercicio físico será indispensable.
Los pastores alemanes son muy nobles y obedientes, cariñosos con las personas que ya conocen y alertas ante nuevas personas y posibles amenazas. Tranquilo, es un perro que se lleva muy bien con los niños y otros perros, pero que no bajará la guardia a no ser que esté en el núcleo familiar.
Pastor alemán blanco
Este pastor, cuya notable diferencia es el color del pelaje, también es conocido como pastor blanco suizo, gracias a que sus orígenes se hayan en ese país.
Su característico pelaje no se debe a ningún tipo de albinismo, sino que proviene de un gen recesivo, denominado Alelo E, donde ambos padres deben ser portadores del gen para que se dé.
Sus orígenes se dan a finales del siglo XIX, como cualquier otro pastor alemán. Sin embargo, debido a que, según los criadores de pastores de aquella época, este perro no tenía una apariencia amenazante debido a su pelaje, se decidió extinguirlo en todo Europa.
Por suerte, la raza se conservó en Norteamérica, donde se expandió de nuevo hacia el Viejo Continente en la década de los 70.
Físicamente, es un perro de tamaño mediano, de alrededor de 60/65 centímetros de altura en los machos y 55/60 centímetros en las hembras.
Tiene un cuerpo alargado, con mucha musculatura, sobre todo en la zona de las patas, como en la mayoría de los perros de esta raza.
No es un animal agresivo, pero tampoco confiado; al igual que el pastor alemán común, se mantendrá alerta ante posibles amenazas de parte de humanos u otros perros.
Necesita mucha actividad física para poder desarrollar su musculatura y agilidad. Son muy dóciles y obedientes, por lo que entrenarlos y adiestrarlos no supone ninguna dificultad.
Pastor holandés
Esta derivación del pastor alemán, originaria de los Países Bajos, es bastante diferente al anteriormente nombrado, tanto por su físico, como pelaje y orígenes.
Su origen data de finales de 1890, pero se cree que estos perros existen desde mucho antes, alrededor de la separación de Bélgica y Países Bajos.
Es un perro cuyas principales funciones eran las tareas de granja, el cuidado y el guiado de rebaños y, en su momento, se lo llegó a utilizar en la Segunda Guerra Mundial.
Hoy en día es más difícil hallarlos, debido a las nuevas tecnologías que lo apartaron de sus tareas agrícolas. Incluso son muy poco habituales como mascotas domésticas.
En cuanto a su físico, es un perro mucho más ágil, pero a la vez grande, que el resto de pastores; tiene entre 60 y 70 centímetros de altura, tan solo pesando entre 25 y 40 kilogramos.
Se diferencia notablemente del pastor alemán por, además de su tamaño, su corto pelaje, duro, áspero y pegado a la piel, con un color atigrado, el cual puede ser gris, plateado, negro o, en algunas ocasiones, marrón.
En lo que sí se asemeja al resto de pastores es en su actitud; esta es fuerte, pero a la vez noble y fiel. No es difícil de adiestrar, puesto que es un animal bastante dócil.
Requiere un cuidado extremo en cuanto a lo físico, debido a que necesitará actividad física constante, ya sea con paseos, salidas a correr o parques de entrenamiento.
Pastor belga
Originaria de Bélgica, como su nombre indica, se dio a conocer en el año 1891, según lo que se cree, pero su aparición oficial se da a fines del siglo XIX con el resto de pastores como grandes encargados de las tareas agrícolas y de rebaños (tarea que hoy en día sigue cumpliendo el pastor belga).
En este caso es un poco más difícil caracterizar física y mentalmente a la raza, debido a que dentro de esta se encuentran cuatro tipos más, los cuales son los siguientes.
Pastor belga Malinois
Este tipo de pastor belga se caracteriza por su tamaño, el cual es de 60 centímetros de alto, con unos 25-30 kilogramos que lo hacen un animal sumamente veloz y ágil; y por su pelaje: no muy abundante y con una mayor cantidad en una especie de melena.
Tiene una gran fuerza (sobre todo en sus patas) y resulta fácil de adiestrar y entrenar; es fiel y cariñoso, como también guardián y protector.
Requiere, como ya es costumbre, de un alto entrenamiento físico, para mejorar su salud corporal, lo cual aumentará su rango de longevidad hasta los 15 años.
Pastor belga Groenendael
Este bello tipo de pastor belga se denomina así por el barrio homónimo de donde es originaria esta raza.
Se caracteriza y diferencia notablemente del resto por su pelaje: negro y muy abundante, asemejándose al de un Collie, que lo protege de las bajas temperaturas a las que está acostumbrado por naturaleza.
Es de menor tamaño que otros, de entre 55 y 60 centímetros, pesando alrededor de 30 kilogramos, o un poco menos en las hembras.
Es un perro sumamente leal y fiel, muy amigable y más aún si está en compañía de otro de la misma raza. Obviamente necesita entrenamiento físico, como todos los pastores. También requiere cuidados especiales en su extenso pelaje, para que no se le enrede ni se le armen nudos.
Pastor belga Laekenois
Como se puede apreciar, este pastor es notablemente distinto al resto; así, tiene un pelaje rizado y con una apariencia más esponjosa. Se cree que es el cruce de un pastor belga con alguna otra raza que desconocemos.
Pese a ser distinto al resto, mantiene un excelente porte, llegando a los 60 centímetros de altura. Su actitud se mantiene intacta: es muy fiel, guardián, obediente, cariñoso y, sobre todo, como ya es costumbre, hiperactivo.
Pastor belga Tervueren
El último pastor belga que encontramos es este, proveniente de la región homónima, cuyo pelaje abundante se asemeja aún más al de un Collie que el anteriormente nombrado Groenendael.
Se caracteriza también por la especie de máscara de color negro que cubre su rostro, con un color ligeramente más oscuro que el del resto del pelaje.
Su físico es de unos 60 centímetros de alto, pesando alrededor de 25 kilogramos, lo que lo hace un perro grande pero ágil.
Requiere de muchos cuidados capilares debido a su extenso pelaje, con cepillados constantes para evitar nudos innecesarios que puedan llegar a molestar al animal.
Pastor alemán panda
El pastor alemán panda es uno de lo más exóticos de la raza, debido a la coloración que genera manchas en su pelaje que lo hacen parecer un oso panda. Esto se debe a la mutación genética que se produjo a lo largo de los años.
Como hecho histórico, encontramos a Franka, el primer perro en obtener esta coloración en su pelaje. Nació en los Estados Unidos, hijo de dos pastores alemanes puros; sin embargo, para sorpresa de todos, Franka no obtuvo el pelaje de sus padres, sino que salió con unas manchas nunca antes vista (todo esto, gracias al llamado gen KIT).
El gen KIT es una mutación que obtienen ciertos animales que los hace tener manchas de color blanco en su pelaje, a la vez que producirles un color azul de ojos.
Este gen muy rara vez se da sin ninguna descendencia; para explicarlo mejor, si dos perros puros tienen un cachorro, es casi nulo que este obtenga el gen KIT, puesto que ninguno de los padres era portador. Es por ello que Franka fue un caso tan extraño.
Volviendo a la raza en sí, tiene un físico importante, llegando a los 68 centímetros de altura y pesando alrededor de 35 kilogramos, cubierto del pelaje típico del gen: de color negro o marrón con manchas blancas colocadas aleatoriamente en el pelaje (a excepción de la zona de los ojos).
Su comportamiento es normal; requiere de actividad física y entrenamiento, al que obedecerá de manera casi automática, debido a su descendencia. Como todo pastor, precisa, de igual forma, de un adiestramiento para que este obedezca, puesto que, si él toma el control, luego será imposible que haga caso.
Pastor alemán negro
El pastor alemán negro no es más que una variación de pigmentación en el pelaje de un pastor alemán común, manteniendo el físico, comportamiento y cuidados, aunque con algunas diferencias.
Son perros ligeramente más grandes que los pastores comunes, con 65 centímetros de altura en los machos y 60 en las hembras, cuyas orejas se mantienen casi siempre erguidas y puntiagudas. Su espalda siempre está erguida, con la parte de la cadera un tanto más baja.
Tienen mucha energía y adoran estar al aire libre, corriendo o realizando ejercicio, por lo que debes tener en cuenta esto a la hora de adoptar a un cachorro, puesto que necesitará de tu atención constantemente.
Perro lobo checoslovaco
Esta es una de las variaciones más extrañas y más interesantes; el perro lobo checoslovaco, también conocido por sus siglas como PLC o pastor checoslovaco, es un extraño cruce entre un pastor alemán y una loba de los montes Cárpatos.
En 1955, en la antigua Checoslovaquia (hoy separadas en República Checa y Eslovaquia), se decidió llevar a cabo un experimento en el que se cruzaría a un pastor alemán puro y a una loba proveniente de los Cárpatos.
De esta forma obtuvieron a este perro lobo checoslovaco, con una mezcla entre el temperamento del pastor y el físico y habilidad de un lobo.
Su primera tarea fue servir en el ejército, y fue tal el resultado, que decidieron expandir la raza, haciéndolos procrear entre sí; allí se obtuvo al primer perro lobo checoslovaco puro que se conoce hoy en día.
Físicamente, como se puede apreciar, es muy parecido a un lobo; se mantienen entre los 60 y 65 centímetros, pesando alrededor de 25 kilogramos, con orejas puntiagudas y un hocico típico. Su pelaje de color grisáceo también es reconocido por el lobo, con dos capas, una exterior y una interior.
En cuanto a su temperamento, encontramos una de las mayores adversidades, ya que no es un perro común y corriente, y casi que toma características temperamentales más propias de un lobo que de un pastor.
Es por ello que no se recomienda tener un perro de este estilo a principiantes, ya que necesitan de un entrenamiento y adiestramiento constante para que este entienda quién es el que tiene el control en el hogar.
Son perros muy inteligentes y desconfiados, prefieren estar más en solitario y destacan por su gran olfato, audición y vista. También será desconfiado al conocer a personas nuevas, ya que su principal objetivo histórico es proteger sobre todas las cosas.
Sin lugar a duda, los pastores alemanes y todas sus clases son sumamente bellos y elegantes. Sin embargo (y sobre todo la última) no son para cualquiera, pues requieren de un cuidado intensivo para poder dominarlos y que sean obedientes. A pesar de ello, si te sientes listo para tener un pastor, ya sea alemán (blanco, negro o panda), belga, holandés o lobo, te felicitamos, ya que tendrás en manos una de las razas de perro más dóciles y fieles que puede existir.
Deja una respuesta